miércoles, 10 de junio de 2009

La luz y la sombra

La luz se expresa en el cuadro mediante modulaciones de color que dan forma al retratado; los contrastes lumínicos no son demasiado intensos, pero si lo suficiente para dar una sensasión de angulosidad, característica en las obras del autor pertenecientes al período en que fue realizada esta obra. Tomando como referencia a la figura, el foco de luz está situado por encima y ligeramente a la derecha del retratado, como se aprecia en la sombra que genera la cabeza en la zona izquierda del cuello, destacando como zonas más iluminadas la frente y el hombro derecho. La parte derecha del rostro, más cercana al foco de luz, aparece más iluminada (véase la parte de la frente) con respecto al otro lado de la cara, efecto que se potencia también con la gama de colores utilizada. La función de la luz es, por tanto, la de marcar los volúmenes, aunque toma también valores expresivos claramente distinguibles en el caso de los ojos, cuya singular expresión queda remarcada al dejarlos en sombra con respecto al resto de la cara.

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